Si has visto Los Simpson, quizás te acuerdas del episodio de “La Casa-Árbol del Terror VII” donde los alienígenas Kang y Kodos invaden la Tierra y, para sorpresa de todos, ¡se postulan a la presidencia!
Estos dos extraterrestres suplantan a los candidatos de los partidos Republicano y Demócrata, dejando a los votantes de Springfield ante una elección insólita.
Lo fascinante de este episodio es cómo, más allá de la comedia, se convierte en una aguda crítica al concepto del “uniparty” o partido único, incluso cuando un sistema parece ofrecer dos opciones.
Que se iban a endeudar hasta las cejas tampoco es algo que no se pudiera saber una vez quitaron el patron oro en 1971, pero sigamos
A pesar de que la verdadera identidad de Kang y Kodos es revelada, y a pesar de la existencia de partidos minoritarios con candidatos humanos, la gente de Springfield se niega a “tirar su voto a la basura” y se aferra a la tradición bipartidista.
El episodio expone así la irracionalidad del electorado, que prefiere votar por “monstruos verdes” antes que considerar un cambio genuino, mostrando un temor inexplicable a romper con lo establecido.
Esta sátira resuena incluso décadas después, evidenciando una sociedad a menudo reacia a la regeneración política.
La elección culmina con Kang asumiendo la presidencia e instaurando un régimen tiránico, con los ciudadanos siendo esclavizados y azotados.
En una escena icónica, mientras Marge se lamenta de la situación, Homer se excusa con la célebre frase: “A mí no me mires, yo voté a Kodos”.
Esta línea encapsula la negación de la culpa y la responsabilidad colectiva ante el abuso de poder, ilustrando cómo la inacción o una elección sin significado real pueden llevar a resultados desastrosos que la gente luego prefiere ignorar.
Ahora nos toca a nosotros.
Seremos capaces de no votar la estupidez, solo porque no hay una alternativa aparente?
Parece bastante logico pensar que si no nos endeudamos, no tendremos que pagar la deuda de los otros.
Especialmente, si gastamos en partidas de gasto corriente, sin ningun retorno esperado:
Es mas, si no estamos apalancados hasta las cejas, podemos hacer esto: